Un primer bar, un logotipo y una historia de amor


Un primer bar, un logotipo y una historia de amor

Qué divertido es mirar atrás y recuperar fotos de papel escondidas por los cajones. Estos días hemos estado como locos buscando imágenes para compartir contigo. Queríamos empezar este blog contándote nuestra historia desde el principio, desde que inauguramos el primer bar. Te diré que no ha sido tarea fácil. Por entonces no había móviles con cámara, no existía Instagram y la nube era esa chuche de caramelo. 

Juan Matarredona, el motor de nuestros primeros bares

Pero ahí va una sonrisa. Hemos conseguido este instante de 1993 para volar juntos hacia el pasado. Lo que ves es el logotipo original de nuestra marca y a dos veinteañeros orgullosos de mostrarlo. Preparaban, junto al resto del equipo, la inauguración del Llebeig de la Calle Caliente de Dénia. Ese fue el primer punto de encuentro donde empezaron a reunir amigos.

A Ramón ya te lo presentamos en nuestro primer post. Hoy vamos a hablarte de Juan. Si lo conoces sabrás que no exagero al decir que es capaz de vender hielo a los esquimales. Su empuje, su simpatía con la gente y su alegría hizo posible que el Llebeig de Dénia arrancara con éxito. Consiguió aportar al proyecto todo su optimismo ante la vida.

Carola Castelos diseñó el primer logotipo

Además de mucho empeño, un primer bar necesitaba un logotipo inspirador. Carola, nos regaló nuestro primera imagen corporativa. Dibujó nuestras letras sobre la costa de Dénia y Jávea, con sus casitas bajo el Montgó y ese sol abrasador de verano.

Su diseño hoy es un cuadro evocador que conservamos con mucho cariño. Tiene ese aire naïf, tan de moda aquellos años, que te envuelve cuando lo miras y te prepara para escuchar algún cuento.

Y nuestra historia de amor

Como la historia de Matarredona. Me ha contado que un día estaba arreglando la terraza del primer Llebeig y aparecieron dos chicas en Vespino. Estuvieron un rato en la entrada, venga la risa, intentando poner el caballete. Una de las motoristas impacto tanto a “Don Juan” que se fue directo a por ella desplegando todos sus encantos: Aparcó la moto, las acompañó a la barra y les sirvió unas copas debajo de nuestro cartel. Justo allí pasaron un buen rato charlando y empezando a conocerse. Cuando le dijo “Las chicas guapas no pagan” ya tenía su teléfono en el bolsillo.

Mayte, la mujer de la enorme sonrisa, es de Dénia. Ahora los dos viven juntos allí. No sabemos si comen perdices. Lo que podemos asegurar es que se casaron, son padres de dos niñas y les vemos felices. Su primera hija se llama Carola ¿No te parece una bonita coincidencia?

Juan-Matarredona-y-Mayte-Crespo-años-90-Dénia

 

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